La transmisión automática ZF8HP es una de las más populares: instalada en coches medianos y grandes, su excelente fiabilidad es una garantía para los fabricantes. Existen varias versiones de esta caja de cambios, cuya diferencia de estructura le permite manejar más o menos par según el modelo.
En el caso de BMW, en esta versión específica tenemos:
ZF8HP45: par máximo de 450 Nm para las versiones de gasolina, 500 Nm para las versiones diésel
La principal prerrogativa de esta caja de cambios es que difiere totalmente de una transmisión «tradicional», ya que los distintos engranajes son gestionados por unidades planetarias, es decir, elementos especiales formados por tres componentes: sol, portaplanetario y anillo exterior. Todo ello se alterna con conjuntos de embrague que permiten, mediante el frenado de estos componentes, que los distintos grupos planetarios cambien de marcha.
Para que se produzca el cambio de marcha, hay una gestión electrónica que actúa sobre unas electroválvulas que hacen que estos conjuntos de embrague se muevan, para pasar de una relación a otra. Cuanto más rápido se muevan estos embragues, mayor será la velocidad de cambio y más suave será el cambio de marchas.
Para mejorar el rendimiento de esta caja de cambios, se puede intervenir en los parámetros de par, en los mapas de sincronización -que actúan sobre los paquetes de embrague, haciendo que el cambio sea menos cómodo al disminuir los tiempos de cambio- y en las velocidades de cambio.
Gracias a los nuevos protocolos boot y bench mode puedes intervenir en esta transmisión reparando y optimizando sus parámetros de funcionamiento.
Intervén en las limitaciones de par, en los parámetros de sincronización del cambio y en los puntos de cambio para que sea aún más rápido y eficaz en cada cambio de marcha.