Un nombre que define un icono: el Ford Mustang GT, producido por primera vez en 1964, introdujo el concepto de Pony Car: coches deportivos con un chasis compacto y un potente motor, ahora en su sexta generación, proporcionando rendimiento y diversión durante más de 50 años.
Gracias a un poderoso V8 de 5,0 l (también disponible con el Ecoboost de 2,3 l de 315 CV) y a la posibilidad de elegir entre una transmisión manual o de 10 velocidades, este muscle car de carácter exuberante ofrece una experiencia de conducción estimulante y atractiva gracias también a las grandes posibilidades de personalización. No faltan funciones para el conductor exigente: desde el line lock mode, para realizar espectaculares burnouts, o, para los aficionados a las carreras de aceleración, el modo drag strip: que maximiza el rendimiento del pony car durante la aceleración desde parado.
Con el ECM Titanium puedes ampliar las posibilidades para hacer que el legendario pony car del óvalo azul sea aún más único: ajustar los parámetros de inyección y par para mejorar la respuesta del motor, y ajustar el avance y los limitadores de revoluciones para mejorar la potencia y el empuje a altas revoluciones.